Hemos propiciado un par de llegadas arriba y una jugada polémica con Rafa que el árbitro no ha querido ver, pero a continuación nos han marcado el uno a cero, precedido de una lesión de Chabi que el chaval no ha podido llegar a cerrar porque iba tocado.
A partir del uno a cero, el Almudévar se ha sentido mucho más cómodo. El gol nos ha costado entenderlo, nos ha pesado como una losa y el segundo tanto, justo antes del descanso, nos ha terminado de matar.
En la segunda mitad hemos intentado hacerlo lo mejor posible pero ellos, con los deberes hechos, han dado el resultado como bueno.
La lástima ha sido la primera parte en la que no debíamos haber terminado con un marcador tan desfavorable porque alguna ocasión también hemos creado.